Recetario (19)

31ago18
¿Cómo que NO HAY Recetas?: mil y una.

Si tenemos unos buenos ingredientes, suficientes, saldrá algo exquisito. 
Nos han engañado, SÍ EXISTEN RECETAS, y tanto que sí. 


El hecho es que cuando te encuentras en una situación compleja, si se analiza bien, si se entiende lo que está pasando, si se saben cosas básicas sobre los principios del cambio (incluidas las resistencias a éste), si se conocen estrategias y claves, si se tiene un buen conocimiento de la fenomenología en juego, etc.; podremos hacer un caldo exquisito, que tendrá un gran éxito. 

Por ello, el usuario de nuestros Servicios de Apoyo y Asesoramiento, cuando aplica la estrategia "marcada", y hace lo planificado (alternativa construida cooperativamente), aportando todos los toques personales e interaccionales que desee, logrará cosas, puede que muchas.

El profesional apoya, evalúa, comprende, enfoca, diseña, propone, construye, pero quien estará allí, afrontando, realizando, resolviendo, esa situación específica, quien será el protagonista principal, quien cocinará, será el "paciente" (activo), activado, impulsado, alentado, asesorado. 

En la gestión de situaciones vitales complejas* (SVC), puede resultar imprescindible una tarea de soporte externo adecuado, del mismo modo que se necesita un Centro de Operaciones en el que se estudia, enfoca, planifica, gestiona, monitoriza la situación (SOS, Torre de Control, Gabinete de Crisis).

¿Por qué nos vamos a sentir mal, por necesitarlo? Seguimos todavía con ese mito de la autonomía e independencia en lo psíquico, con la sensación de que si me ayudan no voy a ser yo, o con esa otra idea de que no quiero cargar a los demás con mis problemas. Según estos supuestos, nosotros tendríamos que inventarlo y construirlo todo: desde nuestros zapatos, el pan, hasta los aparatos tecnológicos que tanto nos ayudan. Y, no. Dependemos de muchísimas personas para disponer de ellos.

¿Por qué en psíquico y en social tiene que ser de otro modo? Acaso es más fácil arreglar nuestro coche, que resolver un problema de vida, una dificultad psíquica, un conflicto interpersonal. Pues, yo llevo el coche al taller y confío plenamente en mi mecánico y no experimento ningún sentimiento negativo en ello.

Y si tenemos algún síntoma físico raro no dudamos en ir al médico o a urgencias para saber qué pasa y tratarlo, ¿por qué en psíquico, en social, en pedagógico, en laboral, en Empresarial-organizacional, no? Acaso ¿nos sentimos menos por "depender"? No, eso no es dependencia, es avance, es calidad de vida, es Desarrollo Personal. En tal caso es interdependencia positiva-constructiva.

Desde el alternativismo, no hay una receta, sino cientos. Con todos los elementos teórico-conceptuales, estratégicos, técnico-operativos, pueden hacerse infinidad de combinaciones efectivas-eficaces-eficientes (y cambiamos el orden). 

Cambiamos el orden porque podemos no lograr el objetivo deseado, pero lo importante según la Sistémica, es promover, producir, generar cambios-cambio. Es decir, si se produce algún efecto, aunque no sea el supuestamente adecuado (deseado), eso es importantísimo.

Posiblemente, con un buen análisis-comprensión, estrategia y operativa se logré el objetivo (y con creces). Veremos, posiblemente, un modo mucho más sencillo de lo que nos parecía, pues veíamos una montaña infranqueable. Para salvarla sólo necesitábamos un buen sendero, no una autovía de tres carriles, y un buen guía que conociese los entresijos del lugar. 

Este espacio PRETENDE ser un recetario, un manual (que podamos llevar en la mano). Acaso si vamos a una ciudad nueva, ¿no disponemos de cientos de guías turísticas informáticas?, ¿por qué en psíquico, en socio relacional, o en el área que sea, no va a ser así? Ello, no quiere robarte ningún protagonismo, es más, sin la intención de desanimarte, tú eres siempre el que tienes que asumir la peor parte: enfrentarte a ese toro concreto (a la situación), que de forma inevitable se nos presenta a todos, porque nadie, por mucho que se lo proponga puede escapar de su propio ruedo vital. 

Disponer de una ayuda, apoyo, guía, no significa que uno no recorra el camino, no es una suplencia, en absoluto. Que sepas por donde hay que ir, no "te lleva". Uno tiene que afrontar, posiblemente con muchísimo esfuerzo, las dificultades, la Dureza. Eso es inevitable. 

Es más, sabemos que al disponer de un recetario se producirá un efecto casi mágico. Pues, como decíamos antes, en la concepción sistémica del cambio, tener una guía ya nos impulsa mentalmente, nos empuja a la acción, nos saca de la circularidad sin salida, y lo importante es arrancar e iniciar la marcha, salir de la inercia negativa o inmovilista que nos tenía maniatados. Una receta sencilla, y posiblemente cuanto más simple mejor, permite que demos algún paso. Si nos sale bien experimentaremos eficacia, y eso produce mucha, pero que mucha, satisfacción, y es generador de la motivación interna, del impulso interno, del deseo de cambio, mejora, avance. 

Como vemos, éste es un espacio optimista, y muy, pero que muy realista (pues se realiza, es decir se hace real). Se basa en la acción, primero en la mental interna, que ayuda a comprender, a analizar, a enfocar, a planificar, luego en la real externa, que nos lleva a aplicar-hacer.

Y, lo mejor, es que cuando aplicamos una serie de estrategias, técnicas, propuestas (recetas), vamos siendo más y más activos y creativos, llevamos las riendas, conducimos solos. Puede que nos veamos surcando un mar solos o con nuestros allegados significativos sin ningún problema. Eso será lo que más nos sorprenda. Es posible que cuando estemos en acción, suficientemente mejor, ya no necesitemos está ayuda. Pero, nunca está demás tener un libro (o varios) de recetas, por si en otro momento lo necesitamos. 

Comentarios