Cyrulnik y Capdevila (17)

16mar18
Experiencias, vivencias, biografías, relatos. 
Existencia, Esencias, Sabiduría, 
Vida, Sentido, Plenitud. 


Cyrulnik y Capdevila 2016
DiáLogos

Encuentro tú a tú, para exponer, expresar, ser-en-diálogo, y ahí brindar-de-sí, lo que se es, lo que es, lo que fue, lo que constituye el ser, la esencia, la existencia.

En las Experiencias de Vida, con su vivencia asociada, se encierra un núcleo existencial que aporta un contenido lleno de sentido. La situación o dinámica, los hechos, los acontecimientos vitales, se sitúan en la historia del sujeto y/o grupo, por ello su registro, memoria, relato, es el mecanismo de captación, captura.

La historia es el continente en la persona portadora, la persona es la caja fuerte que puede brindarla a través del relato escrito, hablado, dialogado, representado.

Lo dicho es ya-formulado, más o menos profundizado, analizado, digerido, integrado. Lo ya dicho, en un relato-discurso más o menos comprensible, para uno mismo, para el otro, para un grupo específico (familia, amigos, equipo, etc.), para un grupo social o una sociedad concreta, es fuente de experiencia, conocimiento, incluso de sabiduría.

Desde hace mucho, acercarnos a la vida del otro, en su relato, presentado en formato de entrevista (u otros) es una fuente lugar de sentido, de nutrición, de aprendizaje. Es un mecanismo-estrategia dinamizadora, de sentido existencial profundo. 

La entrevista tiene una cualidad única, que permite aproximarse a «algo» de la vida del otro. Si se trata sobre temas de interés biográfico-existencial-personal, o incluso cuando lo propio, lo personal se trasluce en la narrativa de sí, sea cual sea el aspecto abordado, pues muchas veces lo contado es expresión de sí, del ser, de una vida, más o menos plena. Ahí pueden capturarse esencias. 

En un mundo, en una vida o etapa vital en la que podamos estar carentes de sentido, sea por la razón, y en el momento, que sea, allegarnos al otro puede ser algo profundamente alentador, dinamizador, transformador, y revelador, nutriente, enriquecedor; puede ser necesario, o incluso vital. Sí, de alguna manera (o de muchas), cuando el sinsentido, cuando nos falla la luz existencial; el otro, la experiencia del otro, puede ser profundamente vitalizadora.

Nuestra experiencia es que, a través de la lectura de muchas entrevistas, pudimos llegar a muchos otros que nos brindaron mucho, aunque sólo fuese a través de un resquicio. Unas veces de forma directísima, otras de forma sutil, e incluso a pesar del intento de escabullirse. 

Desde un punto de vista psicológico, centrado en el análisis del experiencial, situacional, vivencial, comprensivo estratégico, abordar la vida es un lugar observatorio-laboratorio privilegiado, que tanto aporta para el propio desarrollo, como para el ajuste, reestructuración, restauración, regeneración, desarrollo del otro. 

De hecho, en un juego de palabras, la sesión, la terapia se basa en la entrevista, en el sentido de diálogo-encuentro basado en la comunicación más profunda, en la cual se abordan las cuestiones más o menos vitales, existenciales, esenciales, nucleares. Sabiendo que cualquier cosa tratada, abordada, en ese espacio terapéutico psicológico relacional, es un núcleo personal, incluso lo supuestamente menos profundo. Pues en uno, todo es expresión-manifestación de sí, de su vida, de su pensar-sentir-actuar-ser.

Sin duda, estar de lleno en la posición de ayuda psicológica nos brinda la oportunidad continua de aprender, desarrollarnos, entender, en-al otro, además de a nosotros mismos, por identificación o contraposición, por activa o pasiva. La oportunidad de entender-aprender la vida, sobre la vida, sobre los múltiples fenómenos en juego, aprender sobre esa vida concreta, sobre una vida-experiencia única.

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